7 julio 2018. En la Corte del Rey Arturo
Hoy sábado tenemos una de las mejores excursiones de este privilegiado entorno. Incluso antes de llegar a nuestro destino, en un pequeño alto en el camino, tenemos ocasión de observar casi sin aliento la belleza de estas costas. Estamos en Widemouth, una localidad de vacaciones muy frecuentada por amantes del surf.
Vamos a Tintagel, un pueblo costero en Cornualles, conocido por asegurar ser la auténtica sede de la Corte del Legendario Rey Arturo. Se trata de un lugar pintoresco, muy frecuentado por turistas, con una larga calle mayor en la que comprar desde réplicas en miniatura de Excalibur, la mítica espada de Arturo, hasta frambuesas, fudge, minerales, amuletos y todo tipo de souvenirs, pasando por las tradicionales "Cornish Pasties", una especie de empanada, rellena de carne, patata cebolla y boniato. Estas pasties las llevaban los obreros a la mina y comían sólo el relleno, el pan se desechaba porque lo manchaban con las manos sucias de trabajar.
Ha habido ocasión de probarlas y de deslizarse a las tiendas en busca de regalos para llevar de vuelta a casa, pero primero, una visita al Arthurian Hall, donde profundizar en la historia del mito y sentirnos por un momento Caballetos de la Tabla Redonda. Que, por cierto, es una mala traducción al castellano de Round Table, Mesa Redonda.
Sin embargo, hoy imperaban el paseo y las fotos. La caminata hasta la pequeña península que alberga las ruinas de un castillo del siglo XXII nos deja a todos boquiabiertos. Un paisaje para deleitarse, sin duda.
What an unforgettable day!
Vamos a Tintagel, un pueblo costero en Cornualles, conocido por asegurar ser la auténtica sede de la Corte del Legendario Rey Arturo. Se trata de un lugar pintoresco, muy frecuentado por turistas, con una larga calle mayor en la que comprar desde réplicas en miniatura de Excalibur, la mítica espada de Arturo, hasta frambuesas, fudge, minerales, amuletos y todo tipo de souvenirs, pasando por las tradicionales "Cornish Pasties", una especie de empanada, rellena de carne, patata cebolla y boniato. Estas pasties las llevaban los obreros a la mina y comían sólo el relleno, el pan se desechaba porque lo manchaban con las manos sucias de trabajar.
Ha habido ocasión de probarlas y de deslizarse a las tiendas en busca de regalos para llevar de vuelta a casa, pero primero, una visita al Arthurian Hall, donde profundizar en la historia del mito y sentirnos por un momento Caballetos de la Tabla Redonda. Que, por cierto, es una mala traducción al castellano de Round Table, Mesa Redonda.
Sin embargo, hoy imperaban el paseo y las fotos. La caminata hasta la pequeña península que alberga las ruinas de un castillo del siglo XXII nos deja a todos boquiabiertos. Un paisaje para deleitarse, sin duda.
What an unforgettable day!
Impresionantes las fotos!!!
ResponderEliminarQue envidia nos dais!!
Disfrutadlo que ya queda menos!